miércoles, 29 de abril de 2009

Fecha 3: Gladiadores 3 - Hércules 1

Destruyendo mitos

Entre cuestiones místicas y climáticas pasó un mes del empate flaco en la fecha pasada. Había preocupación por los efectos de un parate tan largo. Sin embargo, en vez de salir perjudicado por estas circunstancias, Gladiadores limpió su imagen gracias al agua de lluvia y a la luz del Señor: venció 3 a 1 Hércules, que llegaba puntero con puntaje ideal, con goles de Mariano, Villar y un 9 que se tomó el 101 y apareció perdido en la cancha 4 de la UTN.
Es cierto que el funcionamiento del equipo estuvo lejos del nivel mostrado en el verano, pero los dirigidos por el Moya volvieron a ganar y acumulan un invicto de doce partidos. Tres puntos importantes que ponen a los de pompeya nuevamente en la cima del torneo.
Por primera vez en el año, el banco de suplentes no estaba colmado. Trece titanes auspiciados por Parmacotto salieron a enfrentar a un viejo conocido: Hércules, aquellos muchachos que antiguamente usaban la remera de Tigre, cuyo arquero histórico supo convertir un gol de arco a arco a Gladiadores en aquella ocasión en que Calzón Fernández defendió los tres palos y escribió otra página negra de sus estadísticas personales. Esta vez el guardameta hercúleo no estuvo presente pero poco puede atribuírse esta casualidad a la efectividad que tuvo el elenco gladiador en los primeros diez minutos.
A poco del comienzo, una corrida de Villar con pase al centro dejó a Marianito cara a cara con el guardameta. Toque suave por arriba y 1 a 0. A los pocos minutos, zapatazo tremendo de Villar desde afuera del área que se clavó en un ángulo. Uno de esos tiros que entran cada cien intentos pero que no deja de ser mérito del pateador. 2 a 0. A partir de ahí, Gladiadores hizo gala de sus colores y se transformó de golpe en el Racing de Caruso.
Fueron muchos minutos de pena, tristes, donde no se cruzó la mitad de la cancha salvo en los momentos en que la defensa revoleaba la pelota sin piedad por la amiga de Quique Wolf. Aunque hay que destacar que a diferencia del partido pasado donde la falta de filtros en el mediocampo ocasionó varios mano a mano en contra, esta vez la defensa respondió y se mostró más firme, por más de que no logró evitar que Hércules tuviera algunas chances claras, tres de ellas tapadas increíblemente por Picu, tal vez la figura del match.
El desarrollo del encuentro siguió conversado en la segunda etapa. Los muchachos de la mitología romana se quejaron sin parar en vez de dedicarse a convertir goles y Gladiadores perdió definitivamente el timón del juego. Sin embargo, El Señor iluminó nuevamente a Pompeya y llegó el tercero de la mano del 9 extraviado. 3 a 0 y a cobrar.
Sólo resta mencionar que Hércules descontó sobre el final y que Rodrigo se perdió el cuarto en dos ocasiones por sobrar al rival. Ah, y que el hincha lo disfrutó.

Formación: Picu; Ariel, Adrián, Fede, Maxi; Tomás, Omar, Ale, Ramiro; Villar, Mariano. DT: Moya
Goles: Mariano, Villar, 9 extraviado
Cambios: Topo por Ramiro, Rodrigo por Tomás, 9 extraviado por Villar, Ramiro por Alejandro.


Apostillas:
- Villar convirtió su primer gol oficial. Enhorabuena
- Reapereció Pepe con nueva función: Tesorero.
- Rodrigo volvió a ser el viejo Rodrigo: llegó tarde, sin apuros y con cara de dormido.
- Faltó la dupla que venía siendo titular (Mago-Germán) y todos los delanteros convirtieron goles.
- Hércules tardó cerca de 240 minutos en hacerle un gol a Gladiadores, ya que los últimos partidos habían salido 2 a 0 y 0 a 0.

miércoles, 15 de abril de 2009

Garrafa: "Quiero volver a Gladiadores"


Fue en una mañana del verano de 2005. Los Gladiadores de Pompeya salían por primera vez a la cancha para comenzar a escribir una historia que pocos se animarían a calificar de gloriosa. Un rejunte de mucachos con buenas intenciones que en líneas generales no se conocían entre sí. Entre ellos, hubo uno que en vez de ponerse la casaca celeste de mangas cortas recién salida de la feria, optó por un buzo Adidas rojo y negro que aún conservaba la etiqueta del shopping en la que se veía el talle: XL. Era el arquero, el primero en defender los tres palos gladiadores, un personaje querido que, para muchos, se fue por la ventana: Cristian Abeijón, “Garrafa” para el mundillo celeste.
El departamento de prensa lo contactó en su departamento de Villa del Parque, donde vive este padre de familia y empleado ejemplar que actualmente se encuentra lejos de las canchas.
La propuesta de este medio fue que nos encontráramos en un café céntrico, pero su respuesta fue tajante y genuina: “Veámonos un mediodía en una parrilla libre de Gaona”.
A continuación reproducimos este reportaje que bien podría tratarse de una charla entre amigos rodeado de achuras, tan queridas por el entrevistado.

¿Qué representa Gladiadores en su vida?
Un hermoso recuerdo. Todos los días sueño con volver. Yo sé que en algún momento el fútbol me dará la posibilidad de defender nuevamente ese arco tan grande.

¿Si tuviese que elegir un lindo recuerdo entre todos los momentos que vivió en el club, cuál sería?
Considero que hubo muchos lindos momentos, pero me quedo con un partido que empatamos 1 a 1 contra Homero en una mañana lluviosa. Me salieron todas. La gente de afuera me ovacionó.
¡Ojo! no quiero olvidarme de las bondiolitas que comíamos después de cada partido. Eso motivaba al equipo y a mí especialmente. Jugábamos pensando en lo venia después. Era el mejor premio.

¿Y un mal recuerdo?
Un partido que perdimos 5-1 y los 5 goles fueron culpa mía. Creo que fue contra Tercer Tiempo. Venía mal y para rematarla, en el último minuto me comí un gol de tiro libre en el que la pelota llegó picando y me pasó entre las piernas. Desatrozo.

¿Qué le dice el hincha de Gladiadores cuando lo ve en la calle?
No me ven mucho, pero cuando alguno me cruza me dice: “Lo bien que hiciste nene”. Creo que el hincha me quiere. Más allá de que mi nivel haya sido bueno, malo o regular, saben que siempre dejé todo por la camiseta. Pasame un chinchulín.

¿Que quedó en este Garrafa de aquel que llegó a la primera de Gral. Lamadrid?
Muy poco. Mi empleo de bancario en el que me esfuerzo de sobremanera para que a mi empresa le vaya bien, la rutina y la falta de ganas para entrenar hicieron que el Garrafa de Gladiadores no fuera el que atajó en Gral Lamdrid, club que supo cobijar mis mejores atajadas cuando era flaco y tenía el pelo largo. Tenía un look muy parecido al de Norberto Scoponi.

¿Cree que a su retiro le faltó gloria?
Totalmente. No me retiré de la mejor manera. Desaparecí y hoy creo que debería volver a jugar para irme como me merezco: por la puerta grande. Grande como la piña que te voy a dar si tocás otra papa frita

Perdón, no se enoje ¿Le gustaría un partido de despedida?
Es un anhelo que tengo. Ojala algún día Gladiadores me dé esa posibilidad. Sería un recuerdo inolvidable. Ese día quisiera que estén todos los muchachos que estaban en los primeros campeonatos: Manteca, El Galgo, Leo, Mariano.
Igual, creo que es prematuro hablar de despedidas cuando aún me quedan muchos partidos por delante.

¿Sigue jugando?
Al fútbol no. Luego de una mala experiencia en el fútbol 5, me dediqué de lleno al tenis. Juego contra mi jefe cuando me necesita.

Por último ¿Atajar un penal en un partido decisivo o un chorizo mariposa en pan francés?
Si hay chimichurri, al choripán no hay con qué darle.