miércoles, 30 de septiembre de 2009

Fecha 7: Gladiadores 0 - Rejunte 0

La retaguardia

Me gustaría empezar este relato con un breve comentario extra futbolístico. Y lo voy a hacer nomás. Porque en el departamento de prensa está la sensación de que las crónicas ya aburren. En especial desde que las relaciones diplomáticas le sacaron los condimentos de antaño.
Y lo decimos con datos concretos: una medición realizada por una importante consultora de la zona de Palermo que se especializa en asuntos energéticos señala que desde que cesaron las cargadas, bajó el raiting. El público gladiador quiere pan y circo; y esta versión light no termina de convencer. Porque, seamos sinceros, era preferible leer en espacios ajenos “los putos de gladiadores”, que “el siempre difícil gladiadores”. Pero las reglas de juego son estas y hay que respetarlas.
Ahora volvamos. Les decía, que el sábado post partido me reuní con el DT a mirar una película, medio plomazo por cierto. A los pocos minutos de comenzada la función, un generalote francés, que basaba su opinión en el libro rojo de Mao, indicaba que en las guerras de guerrilla lo más importante es la retaguardia. Ahí, en ese preciso instante, miré al DT. Él también giró la cabeza. No nos dimos un beso, si es lo que están pensando. Busqué una explicación. Y el Moya hizo el gesto afirmativo: Sí, con la cabeza. No sé si el Moya quiso hacerse el experto en guerras revolucionarias (cosa que no es por un simple motivo: es empresario) o si se estaba sincerando por lo ocurrido horas antes.
Qué quiero decir con esto: el ejemplo del Moya no sólo es Griguol. También lo es Mao. Todos atrás, defensa, uñas y dientes, soportar la embestida del enemigo. Y si nos queda tiempo, corramos, tiremos una granada y volvamos a la trinchera. Rápido, no sea cosa que se nos incruste una bala en el culo y perdamos un soldado.
Y así lo plasma en la cancha el gran estratega de Caballito Sur, hoy de prestado en el glamour de Palermo. El creador de la doble línea de cinco salió con la suya en la séptima fecha: un 0 a 0 para la historia, para las páginas más gloriosas del libro que escriben los sabios, los que entienden que “hacer goles ya fue”, que es cosa de equipos antiguos. “Hoy el fútbol pasa por partidos trabados con pocas llegadas”, dice a sus conocidos cuando toma un par de copas de más en los bares de Boedo.
El rival de la jornada fue Rejunte, segundo en el campeonato. Y el mayor beneficiado con el empate fue el puntero, que logró despegarse de sus escoltas y extendió su ventaja a cuatro unidades.
¿Qué pasó adentro de la cancha? El primer tiempo se pareció bastante al match anterior. Gladiadores replegado, sin la pelota y tratando de cortar circuitos cerca del arco de Gustavo. Bastante malo. Aburrido, poco fútbol. Más por el lado de Pompeya.
En el segundo las cosas cambiaron, el celeste aprovechó que tiene más resto físico que Rejunte y salió a buscarlo. El partido fue entonces más equilibrado, con una leve superioridad gladiadora. También se abrió el juego. El conjunto de casaca gris tuvo algunos contragolpes con los que generó más peligro que cuando apostó al ataque convencional y Gladiadores estuvo cerca en un par de oportunidades. Dos penales dudosos no cobrados y una muy clara en los pies de Villar, a quien el arquero le tapó un mano a mano, son los destacados en ataque de los del Moya.
Hay que resaltar que en la última se fue expulsado el lateral derecho celeste por una falta de último recurso. También vio la roja el fouleado de Rejunte por insultar al infractor desmedidamente.

Formación: Gustavo; Topo, Ariel, Fede, Maxi; Omar, Ale, Ramiro; Germán, Villar; Nico. DT: Moya
Cambios: ST: Picu por Ramiro; Cala por Omar.
Incidencias: ST Expulsado Ariel
Cancha: 1


Apostillas:
- La camiseta negra sigue virgen: aún no convirtió goles.
- Gladiadores lleva 320 minutos sin hacer goles.
- El departamento de prensa no recuerda cuando fue la última vez que Gladiadores perdió en la cancha 1.
- Nuevamente, el celeste tuvo problemas para juntar 11 jugadores.
- La última vez que había sido expulsado Ariel fue vs. Pmascal también en cancha 1 en 2006.

martes, 15 de septiembre de 2009

Fecha 6: Gladiadores 0 - Solteros For Ever 1

Final infeliz

Sinopsis

Se iba el partido. Los periodistas que cubrían el match estaban titulando “amargo cero a cero”, cuando un desborde a esa altura aislado aconteció a los 35 minutos y un centro que se fue abriendo le cayó en los pies al centrodelantero rival adentro del área chica. 1 a 0 y sin tiempo para la heroica. Gladiadores perdió nomás. Contra el único puntero, Solteros For Ever, y se aleja de la lucha por el campeonato.

Primer acto

Capítulo 1: Ausencias

Nuevamente los del Moya con dificultades para juntar 11. Faltaban pocos minutos para empezar el partido y estábamos haciendo cuentas. Eso obligó a una formación de emergencia en la que tuvo que reapercer Tomás después de muchísimo tiempo en una posición en la que jamás jugó, enganche, y Picu, que si bien tuvo un gran partido, en especial en el segundo tiempo como volante central, alterna presencias y ausencias con la casaca celeste, muchas veces como arquero suplente.
Para colmo, no era que faltaban los 7 de basto (en Gladiadores ya no hay cuatros de copa). El Moya se las tuvo que rebuscar con la columna partida: el stopper, el volante central, el enganche y el nueve de área titulares. O sea, la franja del medio del equipo, la “que hace” a toda formación -las puntas pueden acompañar, pero el famoso 1259 (1-2-5-9) no puede fallar- tuvo diferentes motivos para la faltar a la cita: El calvo zaguero Federico: encuentro gay en una piscina con muchachos varios en zunga; su hermano, el belicoso y metrosexual volante central Emiliano: suspendido político; El fútbol mondongo canábico y enganche Rodrigo: operado del mondongo; el ex nueve extraviado y hombre gol celeste Nico: hinchada de Federico en el encuentro gay.
Demasiadas ventajas para enfrentar al puntero.
También hay que destacar la otra gran ausencia: La hinchada. Una vez más desparecieron cuando el equipo los necesitó. El trapo tampoco estuvo. Una vergüenza.

Capítulo 2: Laterales

La primer media hora de los del Moya fue paupérrima. Al menos en lo que a posesión del balón respecta. El Moya dijo: “dejémosle la iniciativa”. Y se la dejamos, a tal punto que en un momento no sólo no superábamos la mitad de la cancha, sino que el partido sólo se jugaba en el 40% del terreno más cercano a Gustavo. Este cronista, en pleno terreno de juego, llegó al punto de festejar internamente los laterales a favor.
Sin embargo, el rival no llegaba al arco. Apenas un desborde de cada punta que terminó en nada. Porque Gladiadores hizo lo que sabe: amuralló el área y pese a jugar muy cerca de su arco, no había peligro. El nueve de los del canoso de bigote, goleador del torneo pasado, no gravitaba porque fue muy bien marcado por cinturón negro Calzón. Despierto, anuló a un jugador que siempre preocupa a pesar de que contra el celeste nunca la ve. Pero a los goleadores no hay que subestimarlos. Los wines inquietaron un poco más pero sólo llegaron a la raya en una ocasión cada uno.


Segundo acto

Capítulo 3: Cambios

A lo Bielsa, el Moya metió los dos cambios antes de que terminara el primer tiempo. Tomás, de emergencia en el 11 titular, dejó su lugar a Calamante. Sebastián, que llegó con la espalda dura, tuvo que salir y entró Mariano, que no fue de la partida porque se quedó dormido en el auto dentro de la UTN (ay!!!!).
Especialmente el ingreso de Calamante le dio más aire al equipo. El hermano mayor trató de hacer el trabajo de su ídolo pecho frío y le dio respiro a Gladiadores. Así, el celeste también empezó a jugar y llegó en un par de ocasiones: Villar le ganó al arquero una dividida pero quedó muy abierto y Germán casi hace un gol de cabeza.
Ellos terminaron el primer tiempo desmoralizados. Si se pudiera traducir en palabras sería algo como: “Estos flacos no hicieron dos pases seguidos, no están los hermanos que nos cagan a patadas todos los partidos, apenas si cruzaron la mitad de la cancha y no sólo no creamos una puta jugada de gol, sino que casi nos embocan y andá a entrarles si nos hacen uno y nos meten once defensores”.

Capítulo 4: El último suspiro.

El segundo tiempo fue similar al último partido frente a este mismo rival. La iniciativa era de los del canoso de bigotes pero sin ideas de cómo llegar al arco. Gladiadores apostó a alguna contra pero falló siempre en el pase final. Igual que el partido pasado, un tiro libre pegó en el pelo, pero esta vez luego de un rebote que impidió que controlara Gustavo. El partido se moría. Por las ausencias y el desarrollo del partido, a Gladiadores el empate le calzaba bien por más que no pudiera descontar puntos. Si embargo, llegó la pelota fatídica. El último goleador que en el segundo tiempo jugó de win derecho logró desbordar a Topo por primera vez en el segunto tiempo y tiró un centro muy forzado. Pero le pegó perfecto, porque la pelota se fue abriendo y Gustavo no llegó a atenazar. El nueve que entraba sólo por el medio la empujó con la punta del botín. Uno a cero, grito de gol furiosos. Solteros se sacaba una espina, vencía al rival al que no podía vencer, al que no podía convertirle a pesar de su poder ofensivo. Sólo quedaron cinco minutos para un par de cetro intrascendentes.


Formación: Gustavo; Ariel, Adrián, Maxi, Topo; Picu, Ale, Sebastián, Villar; Tomás; Germán. DT: Moya
Cambios: PT: Cala por Tomás, Mariano por Seba.
Cancha: 6

La cancha de tu hermana

Historia pura. Esa cancha es puta. Nunca nos quiso. Ni nos va a querer. Parecía que no habíamos amigado. Pero es traicionera. Último partido allí. 2-3 vs el Granamar. Y chau campeonato. Última derrota gladiadora sobre la hora. 1-0 vs el luego campeón Tercer Tiempo. ¿En qué cancha? En la 6. Dónde sino. Última gran lesión gladiadorea. Raúl vs Silenzio Stampa. ¿En qué cancha? En la 6. Cuánto tiempo sin ganar allí. Ya ni me acuerdo. Pero fueron varios partidos. Un par de años. Que levanten un edificio ahí. Que se dejen de joder. No a la cancha 6. No a la cancha 6.

"Hagan un gol"

Está claro que el modelo del Moya es el gran equipo de Caballito, Ferrocarril Oeste. Y no sólo copia las tácticas de Griguol, sino que va por el récord que ostenta el verdolaga.
Olé, abril de 1999 (que viejos estamos algunos para acordarnos de esto!): “Son muchas las causas por las que Ferro está a 65 minutos de superar el récord de ineficacia (lo tiene el desaparecido Mandiyú de Corrientes, que en el Apertura 92 estuvo 784 minutos sin hacer goles). Y por lo que el equipo de Saccardi mostró contra Colón, será difícil no apropiarse de esa marca negra. (…)En los últimos partidos, hubo dos banderas con un ruego: ’Hagan un gol’. Ayer, éstas desaparecieron en el segundo tiempo”. Finalmente lo superó.


Apostillas

- Volvió Tomás. Después de mucho tiempo, se puso la celeste y por la falta de jugadores entró derecho al primer equipo.
- Solteros For Ever cortó una racha de 300 minutos aprox sin hacerle goles a Gladiadores. El último había sido en un lejano 1 a 1 que Gladiadores empezó jugando con 8 y completó con el moya y el hincha. Fue apenas empezado el primer tiempo. Por ende: 65 min aprox de aquel partido, 160 de los dos 1-0 y 75 min del sábado.
- Gladiadores hace 240 minutos aprox. que no convierte. Tengamos el cuenta que contra Los Primos el gol fue al minuto.
- UTN remendó el error reglamentario y le sacó las dos fechas mal sancionadas a Emiliano por reincidencia. Le quedan tres.